Conoce las dietas especiales para perros

Las dietas especiales para perros están formadas por alimentos secos y enlatados que ayudan al manejo de diversas patologías, como los problemas urinarios, dermatológicos, renales, de movilidad, gastrointestinales, obesidad…

Actualmente se están tratando la mayoría de patologías crónicas y agudas de perros y gatos a partir de dietas de prescripción. Para conseguir que a nivel mundial los veterinarios especialistas de pequeños animales utilicen estas dietas y confíen en ellas, ha hecho falta un largo camino de trabajo e investigación, cumplimiento de normativas nacionales e internacionales y obtención de resultados clínicos con los animales tratados.

Toda la tecnología en cocinar estos alimentos se basa en la de cualquier industria de alimentación  manufacturada: calidad de los ingredientes, estudio exhaustivo de las cantidades y la mezcla indicada, todo ello dentro de una alta tecnología en cuanto a higiene y preparación del producto.
Actualmente se trabaja principalmente a partir de la introducción en las dietas  de varios elementos, como los antioxidantes, elementos básicos para ayudar a todos los problemas degenerativos celulares;  las vitaminas, principalmente la Vitamina B y la Vitamina C;  el Selenio, del cual se conocen multitud de aplicaciones en todos los campos de la medicina y del que se podrían escribir páginas y páginas; y los Beta-carotenos, que actúan reforzando la acción de la Vitamina E y ayudan a actuar a los antioxidantes. Estas dietas se basan en una serie de componentes comunes a los que se añaden aquellos nutrientes que son necesarios para abordar el problema concreto.
Se trata nada más y nada menos que de estudiar carencias y excesos,  proporcionarlos y desarrollarlos dentro del conjunto que va a necesitar el animal para nutrirse, tratarse y alcanzar, a través de la alimentación, un máximo de calidad de vida.
¿Qué se ha conseguido con este proceso?
Con este tipo de alimentación, los animales de compañía han logrado en estos últimos treinta años mejorar su existencia, evitar  al máximo los problemas
gastrointestinales, renales, dermatológicos e incluso mejorar enfermedades como el cáncer, la artrosis, afecciones cardíacas e  incluso enfermedades degenerativas cerebrales.
Con todo ello, la convivencia y relación con los propietarios es mucho mejor y menos conflictiva, ya que la enfermedad crea problemas de relación, angustia y estrés para el propietario. El bagaje de la experiencia dice que en los últimos 30 años se ha prolongado la vida de nuestras mascotas prácticamente entre un 20 y 30 por ciento,  dependiendo de la raza y del hábitat.
Somos lo que comemos, y la proporción entre necesidad e ingesta de calidad de alimento se convierte en salud y longevidad. Las dietas especiales siempre deben ser suministradas bajo prescripción veterinaria y nunca por decisión propia y/o consejos de amigos y familiares. Recuerda que aquello que funciona en otros perros no necesariamente está indicado para el tuyo.
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